Recuerdo haber escuchado esta
expresión hace años, en mis tiempos de estudiante. Sin más que salirme una
pequeña sonrisilla al pensar “extraterrestre” imaginando un monigote verde que
tan acostumbrados nos tienen las películas antiguas del espacio, no me paré a
pensar qué quería decir esto, o qué implicaciones tenía. Pero con los años,
entre debates conmigo mismo y con otras personas, me venía a la cabeza esta
expresión, y me empecé a preguntar realmente por su significado. Y es que al
parecer, algunos de los elementos químicos (esos que aparece en la tabla
periódica) más ligeros (Hidrógeno, Helio, Carbón, Neón, Oxígeno, Silicio,
Hierro…) se forman en las estrellas, como es nuestro Sol. Y en la explosión de
determinadas estrellas (eso que se llaman supernovas) se forman elementos más
pesados. De manera que sí, de alguna forma, si los seres humanos y todo lo que
nos rodea estamos formados de átomos de diferentes elementos químicos y estos
se forman en las estrellas, podemos decir que eso que dicen es más que una
frase que parece estar sacada de una taza de “Mr. Wonderful”.
La cuestión es
que, en la búsqueda de estas cuestiones, pude reflexionar y encontrarme con
pensamientos y más preguntas derivadas
del origen del universo, de cómo empezó todo, de si un Dios (o Dioses o, por
qué no, Diosas) pudo ser el causante de ese inicio del universo que hoy en día
conocemos (en una pequeñísima parte), o qué había antes de que se iniciara el
universo; o incluso qué significa “antes”, pues ¿es posible que exista un
“antes” en el tiempo, si hasta el Big Bang no existía el tiempo? ¿O sí?
Todas estas
preguntas entremezclan reflexiones filosóficas, científicas y religiosas. Desde
que en la antigüedad se mirara al cielo intentando comprender qué eran esos
puntitos que se veían por las noches, hasta que los avances científicos hayan
podido obtener información de los orígenes del universo con la detección de
ondas gravitacionales, se han puesto sobre la mesa infinidad de cuestiones al
respecto. Desde el Bosón de Higgs (llamada partícula de Dios), hasta las
teorías de los multiversos (teorías que ponen de manifiesto la posibilidad de
existencia de más de un universo), es innegable que el universo, desde su
origen, su actual expansión y futuro aun por determinar, suscitan una infinidad
de preguntas, pues por cada pregunta contestada, surgen otras tantas, y que,
aun siendo abordables desde diferentes vertientes, podemos asegurar que, sin
ninguna duda, nos hacen reflexionar sobre lo que somos: polvo de estrellas.
Comentarios
Publicar un comentario