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Mostrando entradas de febrero, 2021

¿El tamaño importa?

  En la siguiente entrada voy a hablar de las siguientes dos obras: La Gioconda, de Leonardo Da Vinci y la Virgen de Medjugorje (en Bosnia-Herzegovina). La elección de estas obras reside, por un lado, en el contexto bajo el cual a día de hoy, son las dos primeras obras que se me vienen a la cabeza cuando se me pregunta por esta cuestión. Cierto es que existen obras más icónicas, que me han gustado más, que me han impresionado más, que me han incluso marcado más. Me considero una persona más cercana a la música como representación del arte que a otras manifestaciones de ésta. Sin embargo, estas dos comparten algo significativo, a pesar de no tener nada que ver entre ellas (a priori). Voy a hablar de prejuicios, de marketing y de su poder en el arte. La primera de las obras, La Gioconda, es una pintura ampliamente conocida. Se trata de una de las obras más icónicas de Leonardo Da Vinci. Detrás de esta obra existen numerosas interpretaciones acerca del significado de la sonrisa que su

La comunicación del arte y el arte de comunicar

El arte como lenguaje El arte posee características del lenguaje, pero se trata de un concepto asemántico (es decir, que no tiene un significado único y concreto). El arte es susceptible a la interpretación y está cargado de connotación subjetiva como pueden ser las emociones, impresiones, vivencias o ideas.   Arte y lenguaje no son lo mismo, por lo que no se pueden confundir -        Arte = las emociones, impresiones, vivencias o ideas (subjetivo - significativo) -        Lenguaje = palabras con significado semántico (objetivo) Sin embargo, el arte, al igual que el lenguaje, es capaz de COMUNICAR . En este sentido, se puede hacer la comparación entre las dos disciplinas.   La música como sistema de comunicación Aunque arte y lenguaje no deban confundirse, resulta posible vincular la música con el lenguaje, puesto que posee los elementos que el lenguaje tiene: -        Emisor →   músico -        receptor →   público -        código →   música -        referent

La mujer que participó en la conferencia Solvay de 1927

  Los congresos Solvay son conferencias científicas que empezaron a celebrarse en 1911 gracias al mecenazgo del químico belga Ernest Solvay. Estos congresos reúnen a los científicos más importantes de cada época. Concretamente, la fotografía anterior corresponde al congreso celebrado en 1927, considerado uno de los más importantes de la historia. En aquel encuentro se reunieron algunas de las mentes más brillantes del siglo XX. Si se observa la imagen de arriba a abajo y de izquierda a derecha encontraremos las siguientes personas: ●      Auguste Piccard, Émile Henriot, Paul Ehrenfest, Édouard Herzen, Théophile de Donder, Erwin Schrödinger, Jules-Émile Verschaffelt, Wolfgang Pauli, Werner Heisenberg, Ralph Howard Fowler, Léon Brillouin ●      Peter Debye, Martin Knudsen, William Lawrence Bragg, Hendrik Anthony Kramers, Paul Dirac, Arthur Compton, Louis de Broglie, Max Born, Niels Bohr, ●      Irving Langmuir, Max Planck, Marie Skłodowska-Curie, Hendrik Lorentz, Albert Einstein,

Fórmulas en una funda de móvil

  En la imagen anterior se observa una funda para teléfono móvil con fórmulas relevantes de diferentes disciplinas científicas como, por ejemplo, la ley de los gases ideales, la ley de Faraday o la energía para el estado fundamental del átomo de hidrógeno en el modelo atómico de Bohr. Entre ellas, hay una que destaca por su tamaño y por ocupar el centro de “la pizarra”: E=mc 2 Dada su relevancia histórica, hoy en día podemos encontrarla en fundas para móvil, tazas y todo tipo de merchandising. Se trata de una de las ecuaciones más populares de la física, perteneciente a la teoría de la relatividad especial, publicada por Albert Einstein en el año 1905. Establece la relación de equivalencia entre masa y energía a través de una constante, que es la velocidad de la luz. Con la relatividad especial se introdujeron ideas nuevas en la medida del espacio y del tiempo, superando la concepción de espacio y tiempo absolutos de la mecánica clásica. A pesar de la aparente simplicidad de la e

Proporción y belleza

  Lo que actualmente se entiende bello puede distar mucho de lo que hace una época no tan lejana se consideraba como tal. No cabe duda de que la belleza es algo subjetivo. Sin embargo, parece existir una serie de patrones sobre los cuales un grupo de personas de una misma sociedad suele coincidir en que algo es estético o bello. Estos patrones forman parte de lo que conocemos como canon de belleza y está ligado al contexto social e histórico en el que nos encontremos. Cuando se trata de objetivar o analizar desde una perspectiva científica una cuestión subjetiva, surge la necesidad de cuantificarla de alguna forma o, al menos, se abandona cierta subjetividad parametrizándola en función de una serie de cualidades que debería tener. Por ejemplo, el número áureo, presente tanto en la naturaleza como en el arte, como los que podemos encontrar en la Gioconda de Leonardo Da Vinci (siglo XVI) o el Partenón en Atenas (Siglo V a.C.). Lo mismo ocurre con la filosofía. Cuando el ser humano se

El Club de Pickering

En ambas imágenes se puede observar parte del grupo de mujeres que formaron parte del equipo de investigación dirigido por Edward Pickering (el único hombre que aparece en las fotografías) en el Observatorio Astronómico de Harvard. Edward Pickering fue un astrónomo estadounidense que trabajó analizando los espectros de las estrellas a través de material fotográfico que fue recopilando a lo largo de los años. Con el objetivo de clasificar todo ese material Pickering reunió a un grupo de mujeres que le ayudó a cumplir su propósito. Dicho grupo de investigación fue conocido como el Club Pickering . Las imágenes son de finales del siglo XIX, una época en la que el acceso de las mujeres a estudios superiores era muy restringido. Al contratarlas, Pickering obtenía un grupo con poca formación académica y al que, en consecuencia, podía pagar menos (alrededor de la mitad de lo que hubiera pagado a un hombre) y asignarles tareas repetitivas, obteniendo resultados eficientes y rentables. A pe

Las esferas musicales y el ser humano

  Cuando escuchamos un determinado sonido, por lo general, nos resulta sencillo discernir lo que consideramos música de lo que nos molesta y llamamos ruido. Desde el punto de vista de la física, esta distinción se hace entorno a la periodicidad que presenta o de la que carece dicho sonido. Existen otras magnitudes físicas que objetivan algunas de las propiedades que tienen los sonidos, como pueden ser el volumen (amplitud de la onda), el tono (la frecuencia) o el timbre (la forma de la onda). En las próximas líneas, se va a reflexionar sobre tres propiedades de la música (melodía, ritmo y armonía) y su relación con las denominadas esferas del ser humano. Las esferas del ser humano hacen referencia a tres cualidades que presentan las personas que, combinadas de una forma diferente en cada una de ellas, podrían ser interpretadas como una definición de su personalidad o la forma de interaccionar con el entorno. Cuando escuchamos música, lo primero que nos llama la atención suele ser u

Midiendo y objetivando la música

https://drive.google.com/file/d/14pPwoX5iKl7p7luIKkDx-X6hd5nWruK1/view?usp=sharing

Relaciones de dependencia entre ciencia y tecnología

  Cuando hablamos de ciencia y tecnología existe cierta tendencia a pensar que, en primer lugar, se produce el conocimiento científico y que, como consecuencia de dicho conocimiento, se desarrolla tecnología a partir de ello. En mi opinión se trata de una forma demasiado simple de considerar la relación entre ambas. Para poder aproximarnos a esta cuestión es interesante partir de en qué consisten o cuál es el objetivo de cada una de ellas. Por un lado, la ciencia trata de comprender el funcionamiento del universo y describir los mecanismos que hay detrás. Por otro lado, la tecnología busca aplicar el conocimiento científico para modificar nuestro entorno según nuestras necesidades. Atendiendo a estas definiciones podría parecer que la premisa anteriormente citada es cierta. Sin embargo, debemos considerar la forma en la que una ayuda al desarrollo de la otra. Pongamos un par de ejemplos: Consideremos el efecto Doppler, es decir, el cambio de frecuencia aparente de una onda p

El carácter científico Goethe

  Johann Wolfgang von Goethe es fundamentalmente conocido como un poeta, novelista y dramaturgo alemán del Romanticismo. Sin embargo, también desarrolló una faceta científica, demostrando un especial interés por campos como la botánica, la anatomía, la geología y la óptica. Llegó a publicar diversos trabajos sobre algunos de estos ámbitos, como la obra sobre botánica La metamorfosis de las plantas (1790) y su libro de óptica Teoría de los colores (1810). Sin embargo, lo que resulta especialmente llamativo de sus aportaciones es la forma en la que Goethe entendía la ciencia. Al inicio del siglo XIX, en Francia y Alemania se desarrollaron dos formas diferentes de concebir la ciencia. La escuela francesa basaba su conocimiento en las ciencias empírico analíticas, mientras que en Alemania, filósofos como Immanuel Kant, defendían que nuestra percepción de la realidad es una construcción. Autores como Goethe se vieron influenciados por la corriente de pensamiento predominante en Alemania

Le calendrier républicain

  Imagen 1 Estamos habituados a utilizar el sistema sexagesimal para medir el tiempo. Tenemos muy asimilado que un día está compuesto por 24 horas, cada una de las cuales está formada por 60 minutos, que a su vez se dividen en 60 segundos. Este sistema nos acompaña desde hace siglos y, por uso y costumbre, lo tenemos profundamente interiorizado. Sin embargo, a lo largo de la historia se han dado otras propuestas de medida del tiempo. Concretamente en esta entrada nos vamos a centrar en el sistema que se introdujo en Francia durante la revolución francesa. En 1793 la  Convention Nationale  (Convención Nacional Francesa) nombró un comité formado por matemáticos (entre los que se encontraba  Pierre-Simon Laplace ) y astrónomos encargado de crear un calendario nuevo. El 5 de octubre de 1793 se anunció su implantación. Presentaba entre otras las siguientes peculiaridades: El inicio del calendario se fijó el 22 de septiembre de 1792 (día de proclamación de la República). El año nuevo comenza

Tecnología medieval

  En esta entrada se va a analizar la tesis del artículo de Lynn sobre la introducción del estribo en Europa y su importancia en las batallas. Con la llegada de esta tecnología, los ejércitos dejaron de estar basados en soldados de infantería, es decir, combatientes a pie, y fueron integrando progresivamente fuerza de combate montada a caballo. Esto supuso el desarrollo de nuevas formas de combatir.   A finales del siglo II a.C. en la India se utilizaba una versión primitiva del estribo que los jinetes utilizaban con el pie desnudo. Este hecho hizo que tardase en llegar a lugares más fríos. Por otra parte, hay constancia de que a principios del siglo V d.C. en la provincia china de Hunan se utilizaba el estribo de pie. Esta herramienta no llegó a Europa hasta el siglo VIII.   La teoría de Heinrich Brunner establece que, tras la batalla de Poitiers del año 732 entre francos y sarracenos, el ejército francés no pudo perseguir a los musulmanes por la lentitud con la que se desplaz

Agujeros negros y radiación

  Un agujero negro es una región del espacio en el cual existe una concentración de masa es tan elevada que se produce un colapso gravitatorio. Como consecuencia de ello, se genera una singularidad en la que nada puede “escapar de ella”. Esta singularidad es la que recibe el nombre de agujero negro. De un agujero negro no puede escapar nada, porque el campo gravitatorio que genera es tan grande que “atrapa” o absorbe todo lo que se acerque a él. Ni siquiera la luz (¡que no tiene masa!) es capaz de escapar de uno de estos. Por lo tanto, no podemos iluminarlo para verlo (recordemos que si es capaz de absorber hasta la luz, nos deja sin la posibilidad de que ésta se refleje y pueda hacerlo visible). De ahí recibe el nombre de agujero negro, no porque no emita radiación.

Cristales, estructura atómica y molecular periódica

  Un cristal es un sólido cuyos átomos están ordenados en redes simétricas, periódicas e infinitas, formando redes cristalinas. Pensemos en una molécula concreta: por ejemplo, el cloruro sódico, NaCl. Esta molécula está formada por dos átomos, uno de sodio y otro de cloro. Cuando cristaliza, las diferentes moléculas se unen entre sí formando una red cristalina como la mencionada anteriormente, tal y como se representa en la siguiente figura: Si se une un número lo suficientemente grande de moléculas, el cristal será visible a “ojo desnudo”, pero no dejará de mantener las cualidades que presentan los cristales. Es decir, siempre y cuando el cristal a escala macroscópica no se vea sometido a algún proceso que pueda influir en sus propiedades, seguirá presentando un orden en su estructura.