No es extraño encontrarse de
forma recurrente en las redes noticias que conciernen a la astronomía, con
titulares de todo tipo como “La NASA advierte de un meteorito que se acerca a
La Tierra”, “Se ha descubierto un planeta ‘potencialmente’ habitable” o “Los
científicos están más cerca de colonizar Marte”. En la mayoría de los casos,
estos titulares son lo que se conoce como “clickbait” o cibergancho; esto es,
un titular llamativo con el fin de que el lector acceda a esa noticia. En la
mayoría de los casos, sin embargo, la noticia resulta decepcionante. Me imagino
a más de uno leyendo un titular de estos pensando en reservar hotel en Marte
para pasar las próximas vacaciones o pidiendo presupuesto para la construcción
de un bunker.
Hace no mucho, sin embargo, leí
en una noticia que el Sol podría estar cambiando de ciclo. Me llamó la atención
porque aparecía la imagen de una aurora boral en lugar de una del Sol, y
pensando que se trataba de alguna equivocación por parte del escritor, decidí
leerlo. La noticia más bien parecía un artículo de divulgación. Resulta que el
Sol, nuestro Sol, pasa por ciclos. Cada 11 años los polos magnéticos del Sol se
invierten: el norte pasa a ser el sur y viceversa. Mi primera reflexión fue
pensar que este tipo de artículo no estaba escrito para un público como yo,
pues no encontré interés al hecho descrito: “esto tendrá relevancia para
entendidos” - pensé. Aún así, seguí leyendo. Y menos mal, porque lo que se
contaba me resulto realmente interesante. El hecho de que el Sol cambie de
ciclo nos afecta. Tal cual. Y ¿por qué? Te puedes estar pensando. Sin entrar en
muchos detalles, resulta que en mitad de cada ciclo, la actividad del Sol registra
valores máximos produciéndose mayor cantidad de erupciones solares, en las
cuales se expulsan grandes cantidades de materia y energía al espacio, que
pueden llegar a la Tierra. En este momento es cuando pienso “se han equivocado
de titular, deberían haber puesto: El Sol amenaza con escupir a la Tierra y
matar a la humanidad”, pero bastante tenemos ya con la COVID-19.
La cuestión es que resulta que,
uno de esos efectos que tiene esta actividad solar sobre la Tierra son las
auroras boreales. No es que se manifiesten solo en momentos de máxima actividad
solar, sino que se pueden dar en latitudes más bajas. ¿Te imaginas ver una
aurora boreal en Bilbao? En fin, de repente todo tiene sentido. La imagen que
salía con el titular no era errónea… ni tampoco la elección del propio titular.
Lección de humildad y de ciencia que me llevé yo. Eso sí, el mejor clickbait
en el que he caído.
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