El
reglamento europeo establece que si introduces el 15% de la cantidad diaria
recomendada de un ingrediente puedes incluir en el etiquetado las propiedades
saludables de dicho ingrediente. Basándose en esta norma las empresas
alimentarias, mediante campañas publicitarias que se traducen en un gran rédito
económico, asocian propiedades a
determinados ingredientes que realmente proceden de otro.
A
continuación podemos ver dos ejemplos de alimentos funcionales que utilizan la
estrategia del asterístico:
Pascual Flora FolicB
Desnatada
Recuerdo
haber leído hace unos años un artículo de Aitor Sánchez (midietacojea) en el
que analizaba este anuncio al que somete a uno de sus análisis publicitarios:
En
el brick de leche no aparece información al respecto, pero en su página web y
en en el vídeo se puede ver en letra pequeña lo siguiente:
“Un menor consumo de grasas
saturadas contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. En el
contexto de una dieta sana y equilibrada y un estilo de vida saludable.”
Por
lo tanto, no es este producto el que reduce el colesterol, sino mantener unos
hábitos dietéticos adecuados y un estilo de vida no sedentario.
Muesli Hacendado
En
este caso el producto se anuncia “SIN AZÚCARES” y en pequeño, acompañado de un
asterisco matizan “añadidos”. Si buscamos en la parte de atrás la información
correspondiente observamos que “Contiene azúcares naturalmente presentes”.
Por
ejemplo, en la leche podemos encontrar azúcar como la lactosa.
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