En la siguiente entrada voy a hablar de las siguientes dos obras: La Gioconda, de Leonardo Da Vinci y la Virgen de Medjugorje (en Bosnia-Herzegovina). La elección de estas obras reside, por un lado, en el contexto bajo el cual a día de hoy, son las dos primeras obras que se me vienen a la cabeza cuando se me pregunta por esta cuestión. Cierto es que existen obras más icónicas, que me han gustado más, que me han impresionado más, que me han incluso marcado más. Me considero una persona más cercana a la música como representación del arte que a otras manifestaciones de ésta. Sin embargo, estas dos comparten algo significativo, a pesar de no tener nada que ver entre ellas (a priori). Voy a hablar de prejuicios, de marketing y de su poder en el arte. La primera de las obras, La Gioconda, es una pintura ampliamente conocida. Se trata de una de las obras más icónicas de Leonardo Da Vinci. Detrás de esta obra existen numerosas interpretaciones acerca del significado de la sonrisa qu...